Este proyecto contempla aprovechar oportunidades de desperdicio de agua para enfrentar la crisis hídrica vivida actualmente, y es por esto que he desarrollado como propuesta un contenedor de aguas grises que permite filtrar el agua usada en actividades cotidianas de la cocina, permitiendo reutilizar aguas residuales y disminuir el gasto de agua potable en el hogar.

Nos encontramos en una crisis económica, social, y lo más grave aún, una crisis hídrica sin precedentes. La pregunta es: ¿Qué podemos hacer nosotros para disminuir el gasto de este recurso en nuestros hogares? Cada día utilizamos alrededor de 8 a 15 litros en actividades cotidianas como el lavado de platos en la cocina o la limpieza de frutas y verduras. Estas aguas grises caen por las cañerías y se juntan con aguas residuales altamente contaminadas. Si bien nosotros no podemos depurar agua en ese estado, si podríamos filtrarla y recuperarla antes de que ocurra esto, permitiendo así su reutilización.

DepU es un contenedor de aguas grises que permite filtrar el agua usada en actividades cotidianas de la cocina, tales como el lavado de las frutas y verduras o el lavado de platos y utensilios. Este producto está pensado para jóvenes y adultos dueños de casa que quieran generar conciencia en el cuidado del agua, reutilizando aquellos litros que realmente no tuvieron gran uso ni sufrieron gran contaminación. Tiene una capacidad de hasta 12 litros, permitiendo acumular y filtrar agua para redirigirla al riego. Además, este producto posee la cualidad de ser transportado fácilmente, permitiendo el desplazamiento por el jardín.

Esta propuesta está diseñada para ser usada dentro del hogar, complementando las tareas domésticas que utilizan grandes cantidades de agua, pudiendo ser instalado en la cocina o por fuera de ella, dependiendo las dimensiones de la vivienda, para luego al final del día ser trasladado al jardín para uso como carrito de riego. El producto incluye un recipiente y un colador para ser instalados en la zona del lavaplatos, en donde ocurre la pérdida del valioso recurso hídrico. Una vez llenado el recipiente con aguas usadas, se procede a depositarlas en el contenedor, pasando por un filtro que separa las partículas más pequeñas de suciedad y restos de alimentos. Este contenedor puede ser llenado durante el día o durante la semana, dependiendo la regularidad con que el usuario haga los depósitos. Una vez lleno se introduce el pistón que generará la presión dentro del contenedor mediante el bombeo manual del usuario. Ya está listo para ser trasladado a la zona que se desea regar. Para su traslado, DepU posee una empuñadura de doble barra que permite manipular el carrito, y ruedas para un traslado más sencillo y ligero. Una vez llegados al punto de riego, se toma la manguera conectada al contenedor y se aprieta el gatillo para liberar la presión y comenzar la aspersión del agua acumulada. Terminada la actividad, trasladamos el contenedor de vuelta a su posición y retomamos el ejercicio de recuperación de aguas grises. La propuesta planteada permite acumular hasta 60 litros semanales, si se rellena regularmente, además de generar un ahorro de hasta 15 litros de agua limpia usados normalmente para el riego.

DepU está creado a partir de un bidón de 12 litros de plástico PET 100% reciclable, y su estructura externa se compone de plástico PP reciclado, permitiendo soportar el peso del agua de forma segura y separar ambas piezas correctamente rotuladas para cuando llegue su fin de uso. Elementos como las ruedas, el eje y la empuñadura están hechos a partir de acero inoxidable reciclado, así como el aspersor de la manguera y el pistón de bombeo que van anclados en ambos costados del carrito. Tanto la empuñadura como la manguera tienen zonas recubiertas de corcho, haciendo su manipulación mucho más cómoda. Este material también está presente en la superficie de las ruedas, logrando una amortiguación del peso durante el traslado. El depósito de las aguas grises y el bombeo del pistón serán actividades realizadas manualmente por el usuario, es decir, no requiere de energía eléctrica ni combustibles adicionales para su funcionamiento. El filtrado del agua tampoco requiere de energía, pues simplemente consiste en el paso del agua a través de niveles de filtrado, como el carbón activado por ejemplo. La estética surge de los pulverizadores de jardín comerciales, algunos con ruedas y otros no, con el valor agregado del uso de aguas reutilizadas del hogar y la filtración de esta. Su dimensiones no superan el metro de estatura, con el fin de asemejar su manipulación con el carrito de feria tradicional, siendo su uso accesible para todo usuario de estatura promedio que pueda manipular la empuñadura y sostener el peso del agua acumulada.

Taller de Producto Centrado en el Entorno

Cristina Rivera

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